Si tienes un garaje, propio o comunitario, sabrás que el mantenimiento de sus puertas es una de las principales causas de las derramas. Y es que estas se degradan muy fácilmente debido a su constante utilización, así como al peso y trabajo que deben ejercer constantemente los motores para poder funcionar —sin olvidarnos de que, en muchas ocasiones, no se lleva a cabo un correcto mantenimiento de las mismas—.
En este artículo hemos preparado para ti un total de 10 consejos para llevar a cabo el mantenimiento de las puertas del garaje adecuadamente y para que estas no se estropeen cada dos por tres.
Contrata un seguro
Una de las primeras cosas que debes hacer tú, como particular, o la comunidad en nombre de sus vecinos es contratar un seguro para las puertas de garaje. Con ello conseguirás, por un lado, tener las puertas aseguradas y, por otro, cubrir los daños o robos de los objetos que puedan haber en su interior.
Comprobar los relés de la puerta
Es muy importante ir revisando periódicamente la placa eléctrica de la puerta para comprobar si los relés funcionan adecuadamente o se han deteriorado a causa de su uso. Los relés son los circuitos eléctricos que permiten que la puerta se abra y se cierre cuando le damos paso a la electricidad mediante el mando a distancia o los botones del garaje. Hay que asegurarse de que estos no estén quemados para que la puerta funcione adecuadamente.
Comprobar los muelles de la puerta
Otro de los aspectos que debemos tener siempre en cuenta, también, son los muelles de las puertas. Conforme pasa el tiempo, estos pueden ensuciarse o oxidarse, por lo que pueden romperse. Hay que cuidar de ellos lubricándolos para evitar daños mayores.
Evitar la entrada de agua
Es importante que la puerta siempre se quede cerrada para que el cuadro de control no se quede expuesto ni a la lluvia ni a la humedad. En caso de que esta entrara en contacto con el cuadro podría generar un cortocircuito y producir un fallo general en su interior.
Engrasar la maquinaria
Las puertas de los garajes deben ser engrasadas cada dos meses, aproximadamente, al igual que los muelles. Se debe revisar que las bisagras, así como la cerradura o el pestillo no rocen y se desgasten a causa de ello. Hay que observar si la puerta chirría cada vez que se abre o se cierra.
Cambiar puerta vieja por una nueva
Quizá, si tu puerta es demasiado vieja será aconsejable que la cambies por otra. Y es que en la actualidad podemos encontrar una gran variedad de puertas de garaje que están preparadas para resistir durante más tiempo y proporcionar resultados mejores. Puedes encontrar varias puertas automáticas en: MetalBlinds.
Evitar la entrada de insectos
Los insectos pueden colarse en muchas ocasiones en el interior del cuadro de control debido a que este se calienta. Sobre todo, en la temporada de invierno. Hay que ir revisando periódicamente que los insectos no se cuelen en su interior.
Pintar la puerta
Si la puerta del garaje tiene muchos años o no se ha llevado a cabo un mantenimiento adecuado es posible que esta se haya oxidado. En ese caso será necesario que se le aplique una capa de pintura por encima para que la oxidación no vaya a más y acabe deteriorándola por completo.
Cumplir con la normativa vigente actual
Por ley, las puertas de garaje —tanto a nivel particular, como en las comunidades— deben cumplir con un mantenimiento regular. De hecho, la obligatoriedad de mantenimiento aparece reflejada en el propio Código Civil, concretamente en los artículos 1907 y 395. En ellos se obliga al propietario, así como a los copropietarios de un bien común al mantenimiento —a menos que, en el último caso, se renuncie a la parte que el pertenece de dicho dominio—. En la norma UNE 85635:2012 sobre la legislación específica de las puertas automáticas también se hace alusión a la obligatoriedad de mantener las puertas en correcto estado. Estando los propietarios obligados a adecuar las puertas ya instaladas a los nuevos requisitos mínimos, así como a cumplir con la legislación nacional vigente en dicho momento.
